Aquél que juro por la 79 y la engañó por la fácil del 93

Un 28 de julio de 2011 nuestro  presidente Ollanta Humala (porque es el presidente de todos los peruanos), juro por la constitución del 79, dando así la relevancia que tenía esta carta magna para todos los demócratas, respetuosos de los derechos fundamentales y sobre todo para todos los peruanos oprimidos, pensamos que iba a tener valor su palabra al jurar por una constitución como la del 79 y no por aquel documento del 93.

Pero fuimos traicionados, el se encargo de hacer lo que no pudo Fujimori, es decir mancillar, violar y sobre todo no respetar el cuerpo y espíritu, como lo tenía la constitución del 79. Si, Fujimori la cambio por una más sencilla, más barata, más adecuada a su conveniencia que sabría como manipularla y usarla a su gusto, puesto la del 79 era más pulcra, más fuerte, más humana, más social demócrata,  creada para defender los derechos de todas y todos los peruanos, Ollanta Humala se encargo de hacer lo que el otro no pudo, jurar por ella y mentirle descaradamente.

Aquel hombre que juro por ella, que dijo que defendería los derechos de los peruanos, que lograría esa equidad, esa igualdad; que delante de ella dijo que era de izquierda; que era un luchador de los derechos de todos los peruanos, que demostraría que este Perú no es de unos pocos sino de todos, si de estos 30 millones y algo; pero no fue así, poco a poco se fue alejando, olvidándose de aquella promesa, así como esos floreros, mentirosos juran amor a una chica solo para que lo vean que es el más leal y fiel, pero después se dan cuenta que es el peor de todos, así fue nuestro presidente y sigue siéndolo no lo olvidemos.

Más de uno (me incluyo), juro como él, alguna promesa a alguna persona, tomando su frase “Lo juro por la constitución del 79”; lo malo que hoy si decimos así, cualquiera pensaría que estamos mintiendo igual que aquel hombre que un 28 de julio juro ante todos los peruanos que iba a ser la carta magna que nos iba a gobernar, sobre todo que iba a respetar su espíritu; se olvido de aquella promesa, lo peor que le saco la vuelta como muchos con la más fácil con aquel documento ese redactado y aprobado un 93; hoy vemos que aquel hombre que juro tanto amor, la sigue mancillando olvidándose de ella, no respetando lo que prometió sobre ella; ya vimos que todo solo fue para la foto y para engañarnos al igual que a ella.

Así, que hoy ya no veremos juramentos sobre la constitución que este hombre acabo por mancillar, ultrajar, violar, humillar; mucho peor que él que la cambio; ya vimos que eligió a la más fácil, puesto que sabía que iba a hacer difícil de respetar y llevar por el camino que él prometió a la del 79.

Hoy un 28 de marzo recordé que no debemos prometer lo que no vamos a cumplir, puesto que nuestros actos demostraran que somos capaces de hacer y no hacer; pero nunca prometamos para que nos vean y piense que somos alguien mejor de lo que realmente somos.

Así, solo queda esperar que el que venga no le gusten las fáciles, y se quede con la que vale la pena.