Powered By Blogger

martes, 9 de mayo de 2017

Mujer, te quiero con olor a cigarro, sabor a vino y vestida sensual y sobre todo con tu libertad.

¡Para qué te quiero santa si contigo quiero cometer los 7 pecados capitales...!, juntos fumando un cigarro, tomando un buen vino y una buena tertulia, así entre dos, para qué más. 
Habla con sus amigas, para así tener tema de conversación en las noches, o en el café por las mañanas, o risas de las historias que cuenta. Vístete sexy y sensual dentro y fuera de casa, sexy en la habitación, sensual para que vean la mujer bella e inteligente que tengo al lado y no la necesidad de mirar a otro lado. 
Sé mi sucursal del cielo, mi tesoro, mi diamante en bruto, mi complemento, mi vida. 
No te quiero ni santa, ni sin ese olor a cigarro, ni sin ese sabor a vino, ni sin tus amigas, ni que escondas tu belleza con ropas que no van con tu personalidad y tu libertad, porque si estoy contigo es porque te quiero así, por todo lo que eres lo eres conmigo.

Mi camino

Y llegué al punto donde no había para dónde más ir, miré alrededor, volteé y miré el camino recorrido y mi sonrisa no se alejó de mí. Era el camino recorrido de un mortal que vivió feliz, con penas, alegrías, sonrisas, errores, aciertos, cóleras, peleas, luchas, combates, guerras ganadas otras perdidas como amores, desamores, ilusiones, fantasías, sueños, realidades, solo, acompañado; pero hoy aquí solo nuevamente volvería a recorrer el mismo camino, quizás uno que otro error lo volvería a cometer como el enamorarme de quien no debía, como comer aquel chocolate que me hacía mal, como fumarme aquel cigarro sabiendo que estaba en la línea roja, pero igual lo volvería hacer así, como volvería a querer, confiar, amar a las mismas personas como lo hice con aquellas alguna vez quizás, con la certeza de hacerlo más fuerte, que sientan lo que sentí en confiar y amarlas y quererlas como las quise.
Estoy aquí en el final del camino, no tengo cuentas que rendir, ni saldo a favor ni en contra, todo lo pagué durante ese camino.
Ahora sí puedo decir al final del camino que fui feliz porque quise y estoy aquí porque quise, y me gustaría decir que lo que venga me cogerá preparado y feliz, pero ya no hay dónde avanzar y no se permite regresar, solo queda descansar. 
allsoriano.