De acá a un tiempo
no tan corto, pero si necesario para afirmar a ciencia cierta que he conocido a
una niña, bueno no es una niña, aunque así la conocí una niña, carismática,
alegre, jovial, amical, sencilla, sublime, linda, risueña, jodida por ratos, engreída,
mimada, ella siempre con una sonrisa
alegrando a todos, si a todos aun al más apático, serio, renegón le robaría una
sonrisa, como fue mi caso, pero no es una niña eso sí lo he descubierto al estar pendiente de cada
detalle, no es una niña ella es una mujer, si una mujer con una mirada que
cautiva, hechiza y podría jurar que hasta enamora, es una mujer porque ha
demostrado su fortaleza ante las adversidades, es una mujer porque habla con
una sensualidad sublime, porque lucha por lo que ama, es una mujer por lo
valiente que es para enfrentar los retos, no es que no sea miedosa pero sus
miedos la hacen más fuerte, mas mujer porque se ve tan frágil a veces que uno
muere por ser su protector, su caballero de armadura, pero como sé que es una
mujer de rendirme a sus pies, se que ella es la que me va a cuidar, guiar,
proteger y enseñar, porque en ella está en su naturaleza de mujer, es una mujer
por su andar airoso, por su mirar cautivador, por su risa jocosa, por su
silencio enigmático, por sus enojos que dicen todo, por sus ojos que transmiten
paz, seguridad, amor, confianza, fuerza, fortaleza y mucho mas…, porque
sencillamente es una mujer que enamora, que cautiva, que te impulsa a seguir tus metas, que te
ayuda, que te aconseja, que con esa mirada te demuestra que no hay problema que
no puedas vencer;
Muchos verán que por
esa fragilidad que demuestra piensas que es débil, no confundan ella es frágil por
ser mujer pero no débil, porque es tan fuerte que con una mirada he caído rendido
a sus pies; muchos verán que por la ingenua por ser tan natural y piensan que
es tonta, no confunda su ingenuidad, es ingenua porque confía en las personas,
pero no es tonta; porque ella ha logrado que confíe también en ella ciegamente;
Muchos verán su don
de libertad como alguien mandona, no confundan ella es libre como el viento,
pero necesita de un ancla que le diga donde debe parar;
Uno podría ser el
ancla, pero al final ella será la que diga el camino que debemos caminar;
Alguna vez me sonrió
tanto que por darme cuenta que no hay día jodido, sino que es como lo veamos y
ella los veía todos siempre con optimismo, aprendí que solo queda ser feliz
ponerle ganas y seguir adelante, también aprendí que no necesito más que verla feliz para sentirme igualmente feliz, que su
tristeza es para sus adentros, que sus miedos son para hacerme ver fuerte ante
ella, que sus penas me las cuenta para saber que soy en quien confía, que sus
sueños me los cuenta para saber que podemos realizarlos, que sus gustos me los
dice subliminalmente y que cada detalle, cada secreto lo aprendo día a día,
pues es un libro al que estoy atento a leer;
Describirla no puedo
mas solo puedo decir que es la mujer perfecta que creo Dios si existe en este
mundo o en otro tan lejano, para mí, para verla todos los días con esa bella
sonrisa, con esa mirada que me impulse a seguir, con ese andar que me invite a
seguirla, con esa fortaleza que me sea yo su caballero de armadura; solo queda
que un día esa mujer de pura casualidad ella agarre fuertemente mi mano y me
invite a seguirla por toda la eternidad.